Mujeres, con empleos mal remunerados

En la entidad alrededor de 437 mil mujeres trabajan
Les exigen prueba de no gravidez

Leticia Jiménez Muñoz
En Chiapas la participación econonómicamente activa de las mujeres ha aumentado de manera significativa. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo realizado por el INEGI muestra que en el estado hay 2.8 millones de personas de 14 años y más, de las cuales 53.3% son mujeres. De esta población femenina, 437 mil son económicamente activas.
Dicho informe explica que en relación con la actividad que realizan las mujeres ocupadas en el estado; alrededor de 79 de cada 100 se encuentran en el sector terciario; 41 de cada 100 de ellas se dedican al comercio, 37 prestan servicios sociales y diversos –se excluyen los profesionales y financieros- y 11 se ocupan en restaurantes y hoteles.
En el sector secundario se encuentran 13 de cada 100 mujeres ocupadas; de las cuales, 94 de cada 100 se dedican a la industria manufacturera.
Por otra parte, 44 de cada 100 mujeres ocupadas son asalariadas, 36 trabajan por cuenta propia, 15 no reciben pago alguno y dos son empleadoras.
El 30% de las mujeres ocupadas laboran básicamente una jornada de trabajo semanal de 35 a 48 horas; 26.1% de 15 a 34 horas; 23% más de 48 horas; 17% menos de 15 horas a la semana; y 3.5% declararon ser ausente temporal con vínculo laboral, dice el informe.
En la actualidad en 37 por ciento de los hogares en la entidad reciben aportación las mujeres. Son cada vez más las mujeres -que a partir de los 14 años- participan en la contribución de gastos, sin embargo, gran parte de las tareas desempeñadas permanece oculta o subregistrada, asegura Nahela Becerril Albarrán, integrante de la Red de Mujeres en Chiapas.
Las mujeres se han integrado al campo laboral a causa de diversos factores de naturaleza social, económica, cultural y sociodemográfica. Pero sobre todo la principal causa por la que se han tenido que insertar al mercado de trabajo es la necesidad de sostener el nivel de vida de sus familias, la cual se ha visto deteriorado por la crisis y los ajustes económicos que se presentan de manera continua.

Salario bajo y sin prestaciones
La socióloga Nahela Becerril considera que la inserción laboral de las mujeres en las actividades remuneradas es creciente, sin embargo, “a medida que las mujeres tienen mayor nivel de educación se pueden insertar en trabajo formales, y las de nivel educativo bajo se ocupan en trabajo informales precarios con muy bajos ingresos ya que tienen que atender la doble jornada de trabajo, es decir dentro y fuera de su casa”.
Además “en los empleos informales no tienen ningún tipo de prestación; algunos han disminuido las jornadas, es decir ya no son de ocho horas, se trabaja menos horas pero implica que no se elaboran contratos y por consiguiente no haya prestaciones, con lo cual se están violando los derechos laborales.
Y agrega: es lamentable que todavía en nuestro estado las instituciones continúen exigiendo la prueba de no gravidez para contratarlas”.
Es así que la creciente incorporación de las mujeres a la actividad económica no ha sido suficiente para mejorar su nivel social, por ello, es necesario que impulsen acciones para ofrecer más oportunidades, mejorar sus condiciones de trabajo, y sobre todo respetar los derechos de las trabajadoras que marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley Federal del Trabajo quienes rigen los principios de convivencia laboral.