A propósito de la Violencia Hacia la Mujer


Por: Leticia Jiménez Muñoz


En las páginas de la sección Nota Roja de los diarios locales, al menos un caso de violencia nos informan cada día. Lamentable es que las autoridades correspondientes nunca nos den claramente cuáles son las cifras de mujeres víctimas de violencia, y menos aún de las mujeres asesinadas. A pesar de no contar con un dato exacto, el número de mujeres muertas con violencia sigue siendo altísimo.

Es una lástima que instancias encargadas de la procuración de justicia y atención de casos de violencia hacia la mujer, año con año nos proporcione los mismos comentarios, alegando que han incrementado el número de denuncias por maltrato de parte de la pareja, lo cierto es que no podemos valorar lo que significa su aumento. Por un lado si aumentan significa que muchas mujeres han asumido la situación de maltrato que viven de parte de su victimario, y por el otro, si las denuncias disminuyen, desconocemos si la violencia se refugia en el silencio o las agresiones disminuyeron.

Urge hacer un verdadero análisis y con compromiso de la situación real para entonces tomar cartas en el asunto, y hallar la respuesta a lo que en realidad se oculta tras los datos. Organismos como la ONU, UNESCO, OMS, así como Asociaciones Civiles, denuncian la imperante necesidad de emprender acciones para hacer frente a esta lucha que durante años ha estado latente, es decir, una verdadera política de estado que frene tal situación.

Si bien, las autoridades han emprendido campañas de difusión de los derechos de las mujeres, como lo fue en este año, pues de nueva cuenta en el marco del día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres las autoridades conmemoraron esta fecha con eventos masivos durante una semana con la finalidad de recordar que las mujeres deben vivir una vida libre de violencia, invirtiendo miles de pesos en carteles y trípticos que fueron repartidos, que si bien ayudan a que las mujeres se enteren de los tipos y modalidades de la violencia y promueven a qué lugares acudir en caso de estar en una situación así, lo cual es plausible más no suficiente. También sería fundamental que estas autoridades consideraran en una capacitación a las y los funcionarios que están a cargo de hacer justicia, ya que no están los suficientemente sensibilizados y capacitados para verdaderamente hacer cumplir la Ley a favor de las mujeres que sí denuncian y que la mayor parte de las veces no proceden sus casos. Cómo confiar en éstos cuando muchas veces las mujeres que llegan aterradas vuelven a sufrir violencia al momento de buscar un apoyo que las libre de volver a caer en una situación de riesgo, inclusive de muerte, son presas de nuevo de un maltrato y falta de atención con calidad y calidez de parte de las autoridades.

Muchas ONG´s han demandado la urgencia de que la Ley contra la violencia de género no se está aplicando, de las inconsistencias que aún tienen en su contenido. Ahí el llamado para las autoridades, no basta pues con quedarse en el intento de crear organismos y leyes si en la práctica no se llevan a cabo. Si en tanto, muchas mujeres desisten de acudir en busca de ayuda por temor a ser victimizadas de nueva cuenta.

En México cada año son asesinadas cinco mil mujeres por miembros de la familia así lo dio a conocer la Organización Mundial de la Salud. Por otro lado la Organización para Estados Americanos arroja que el 60 por ciento de las mujeres que son asesinadas ocurren en la vía pública y el 40 por ciento en el hogar.

Por ello, no sólo el 25 de noviembre, sino todos los días, volvamos a recordar que las mujeres queremos y merecemos respeto, y que ante cualquier indicio de violencia tenemos que ROMPER CON EL SILENCIO, por una Vida Libre de Violencia.

La vida llegó a los panteones




Por: Leticia Jiménez Muñoz

Desde muy temprano, de este martes 2 de noviembre, los fieles a sus difuntos caminaron con escoba, cubeta y flores en manos, rumbo a la última morada de sus seres queridos para darle una manita de gata. Así la vida llegó al panteón municipal de Tuxtla Gutiérrez.

Con el transcurrir de las horas, el triste aspecto de las tumbas dio paso al colorido y la limpieza. Las velas y el incienso se encendieron, mismos guardan significado de limpieza de la energía, aunque es bien sabido que las velas iluminan el camino de los fieles difuntos que bajarán por las ofrendas que les han sido colocadas.

Dios te salve María llena eres de gracia… rezaron los visitantes frente a la lapida, una vez que todo quedó listo, después a sentarse alrededor con la familia platicaban y recordaron viejos tiempos, en tanto degustaban de tamales, carnitas asadas, pues hubo quien hasta con el anafre cargó para guisar ahí y desayunarse un taco.

En el camposanto la música puso su granito de arena y ambiento el lugar, en algunas lapidas o mausoleos tarareaban las canciones favoritas que sus difuntos solían escuchar. Incluso algunos de los familiares se echaron el palomazo junto con los músicos o al son de la grabadora, y convivieron felices.

Monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, tras su arribo a la capilla del Panteón Municipal, antes de oficiar la misa, señaló en entrevista que la fiesta a los fieles difuntos es una fiesta de cariño y de amor hacia la familia. La iglesia católica celebra la resurrección de Jesucristo, aclarando que la muerte no se celebra sino “la vida en Cristo nuestro señor”.


El “Día de Muertos” es una celebración mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre, comienza el 1 de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. Estos días se conmemora el regreso de los seres queridos a la Tierra. Una tradición que no ha muerto y contra las influencias del halloween norteamericano, en Chiapas, aún persisten el montar altares en los hogares con la foto del difunto así como visitar la tumba donde yacen sus restos y llevarles flores y ofrendas

Sin embargo, aún cuando la costumbre es muy arraigada, cientos de tumbas no corrieron con la suerte de ser visitadas, este fue un día más en que lucieron descoloridas, sucias, y hay quienes el paso de los años las han deteriorado. Hubo quienes se apiadaron y exclamaron: ¡pobre, está abandonado! y aunque sea un ramito de cempasúchil le colocaron. Incluso algunas están a la venta al mejor postor, la crisis o la necesidad, quizás, lo cierto es que en contraste con las coloridas tumbas éstas son ahora las olvidadas.



Fue así, que este día en el panteón capitalino se notó una gran afluencia, para el medio día, los pasillos eran intransitables, mucha gente entraba y salía, la marimba amenizaba en la entrada principal sobre la cuarta avenida. Afuera las vendimia fue todo un éxito, las flores que vendían en la entrada se agotaron, las vendedoras corrían por más pero no se dieron abasto, pese a que mucha de la gente consiguió sus flores en los mercados un día antes a un mejor precio, no faltaron quienes dejaron la compra para la última hora y al doble del precio. Sobre la cuarta el pasó a los vehículos estuvo cerrado, para que los visitantes transitaran sin peligro, ahí fueron colocados los puestos de ventas de comida, dulces, bebidas y hasta juegos mecánicos para los visitantes.


“Así tras haber recorrido y dando saltos entre tumba y tumba, con la pena de haber pisado uno que otra lapida -dado que el espacio es reducido cada vez más-, salimos -del camposanto los reporter@s- un poco acalorad@s por lo que no dudamos en bebernos el tradicional pozol de cacao y finalmente dar por terminada la jornada de este día”.