Trabajan más de 200 mil niñas y niños chiapanec@s

• Cinco de cada diez infantes no asisten a la escuela




Por: Leticia Jiménez Muñoz

En Chiapas, cerca de 200 mil niñas y niños de 5 a 17 años de edad realizan alguna actividad económica. La necesidad económica es lo que obliga a los infantes a trabajar, según los resultados del Módulo de Trabajo Infantil 2009 de la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE).

Dicho estudio reveló que por sexo son los varones los que más se incorporan a una actividad laboral, es decir el 21.2 por ciento de este sector y en niñas es el 7.5 por ciento; en donde más de la mitad declararon que su aportación económica es necesario, incluso para algunos les sirve para pagar su escuela.

Por otro lado, más de dos terceras partes de la población infantil chiapaneca que trabaja, es decir el 69.9 por ciento, no recibe ingreso o su pago se da en especie. De los que perciben ingresos, 62.3 por ciento recibe hasta un salario mínimo, 34.2 por ciento recibe más de uno y hasta dos salarios mínimos y sólo 3.5 por ciento recibe más de dos.

El 72 por ciento de los niños se ocupan en labores agropecuarias; mientras que el 37.7 por ciento, es decir, más de la tercera parte de mujeres son comerciantes o empleadas en comercios establecidos. Asimismo, una quinta parte de las niñas, que representa el 20.8 por ciento, son trabajadoras en servicio doméstico.

En la entidad cinco de cada diez niños que trabajan (49 por ciento) no asisten a la escuela; 22.4% por ciento están expuestos a riesgos en su trabajo, 39.1 por ciento tienen jornadas de más de 34 horas a la semana; 1.3 por ciento trabajan en lugares no apropiados o no permitidos y 6.1 por ciento tuvo un accidente, lesión o enfermedad que requirió atención médica.


De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) se estima que en Chiapas 82.9% de las personas menores de 18 años se encuentran en pobreza multidimensional, lo que ubica a la entidad en el primer lugar nacional, por encima de Guerrero y Puebla.

Cabe mencionar que según el Censo de Población y Vivienda 2010 en la entidad el número de menores de 15 años ha aumentado 1.6 millones de niños y niñas.

Mujeres sin derecho a decidir, revela encuesta Enadis 2010

Por: Leticia Jiménez Muñoz


Foto: Leticia Jiménez Muñoz.
El 39.8 por ciento de las mujeres afirma que pide permiso a sus esposos para salir sola, y otros 8.6% pide permiso a su pareja para tomar anticonceptivos, lo cual revela limitaciones de la mujer para tomar decisiones sobre el propio cuerpo. Asimismo, el 27 % de la población está de acuerdo con que a una mujer se le castigue por haber abortado, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2010.

La mujer, es objeto de todo tipo de discriminaciones en pleno siglo XXI, aún cuando existe una Ley que debería garantizar el goce de las mujeres a una Vida Libre de Violencia en México, en contraparte en miles de hogares del país se quebrantan dichos derechos.

En México, en Chiapas…como en muchos otros lados, las mujeres son objeto de discriminaciones los 365 días del año. Las consecuencias de las discriminaciones, de las que son objetas las mujeres mexicanas, son múltiples en los diferentes ámbitos en que se desenvuelve: hogar, educación, trabajo, percepción salarial.

La discriminación es una realidad difundida y perpetuada por la supervivencia de los estereotipos, prácticas y creencias culturales tradicionales. Diariamente somos testigos mudos de esta problemática que desafortunadamente embarga mundialmente al sexo femenino, en nuestro estado chiapaneco los abusos en contra de la mujer van en aumento y vivir con una serie de discriminaciones, le ocasiona a las mujeres el enfrentarse a la constante negatividad de sus derechos.

En México la población femenina conforma más de la mitad de la población, en Chiapas de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, hay 2 443 773 mujeres y 2 352 807 hombres, esto es, más de la mitad de la población son mujeres.

Lograr la igualdad y el respeto hacia la mujer, es una tarea que se complica ante múltiples brechas que se abren en la sociedad, y más aún cuando no hay la voluntad política de los gobiernos para que pasemos de los dichos a los hechos concretos.

El feminismo da miedo a diversos sectores, y que incluso cuando una manifiesta su opinión o desaprueba conductas misóginas provenientes de compañeros de trabajo, no somos bien vistas, pero es tiempo ya de imponerse a las costumbres que marginan y discriminan a la mujer por hecho de ser mujer o por su condición social o étnica.

Es evidente que los esfuerzos han quedado en buenas intenciones, pues a la fecha, en la práctica aún no se garantiza una vida libre de violencia a la población femenina, como bien lo puntualizó hace unos meses, la investigadora Marcela Lagarde y de los Rìos, una de las principales impulsoras de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el país.

Recordemos, pues como bien lo manifiesta la reciente publicación de la CONAPRED, el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia incluye el derecho a ser libre de toda forma de discriminación. Sirva pues estos datos reveladores para voltear a mirar más hacia la realidad y emprender verdaderas acciones que incidan y se concreten en hechos. Ya basta de celebraciones y festejos, veo con desmesura como se preparan para alagar a las “mujercitas” como ellos lo denominan y tenerlas contentas, no se trata pues de mantenerlas contentas y llevarlas al baile, ya basta, lo que hace falta es que el tema ya no se politice, y que pasemos del discurso de campañas a la acción, ya que en tiempos de campañas el tema de la mujer ha tomado auge, lo cual por lógica y estrategia se trata de ganar votos, si tomamos en cuenta que somos poco más de la mitad de la población, pero seguimos siendo el tema pendiente en la agenda de los gobiernos, así es que es tiempo ya de que por fin se cumplan los pendientes para con las mujeres. ¿Hasta cuándo?

Empleo doméstico, un trabajo digno de reconocerse


· Son madres, esposas y trabajan doble jornada en actividades del hogar, con la diferencia que en casa no perciben un salario.


Por: Leticia Jiménez Muñoz

Limpiar, lavar, hacer las compras, planchar, cocinar, cuidado de las y los hijos, entre muchas tareas más son parte de las actividades que realiza una empleada del servicio doméstico todos los días de la semana; además son madres y esposas.

Olga Lidia Camacho Lira, mujer de tés morena, delgada, va y viene todos los días del municipio de Ocozocoautla a la capital Chiapaneca para asistir a su trabajo. Desde hace un año, ella tuvo la necesidad de salir de casa en busca de trabajo en la capital para sostener su hogar, debido a que su esposo por una enfermedad tuvo que dejar el suyo. Actualmente ella es la jefa del hogar y el único ingreso de la familia es el sueldo que obtiene de los servicios domésticos que efectúa en dos casas en Tuxtla Gutiérrez.

A sus treinta años es madre de dos niñas, una de 4 y otra de 9 años de edad, quienes se quedan bajo el cuidado del padre o de una de sus cuñadas mientras ella asiste a sus labores en los horarios de 12:00 a 20:00 hrs.

Su empleo, dijo, es de entrada por salida, y gana 150 pesos por día haciendo la limpieza general de la casa. Sin embargo, su sueldo no suele ser suficiente para los gastos de la casa, no cuentan con seguro médico. Además como madre y esposa atienden su hogar antes de ir a su empleo, por lo que tiene una doble jornada, sólo que en su casa no percibe un sueldo.

“La necesidad me llevó a venir hasta Tuxtla Gutiérrez y así conseguir los dos trabajos que tengo, la única oportunidad de conseguir un empleo fue como trabajadora doméstica ya que no tengo estudios terminados… sólo cursé hasta la primaria y aunque hubiera querido seguir mis padres no pudieron apoyarme para seguir estudiando”.

Olga, una joven mujer que además de sacar adelante a su familia, sus dos hijas y esposo, también se ha hecho cargo de su sobrino que cría como hijo, ya que su hermano recién falleció y asumió el cuidado de este bebé de tan sólo nueve meses de edad.

Día a día se las ingenia para que su sueldo alcance a cubrir sus gastos, pues le resulta insuficiente con la creciente alza de precios tanto de pasajes y canasta básica del hogar, por lo que tiene que ajustar su presupuesto y “estirarlo” cada quincena. Su esposo, ya comienza a realizar algunas actividades pero debido a su condición de salud, que aún no le permite estar al 100 por ciento integrado en un trabajo de planta, es en Olga en quien recae todo el peso de los gastos de su familia.

A pesar de no contar con prestaciones de ley en su trabajo, comenta que ha recibido estímulos de parte de sus jefas, de vez en cuando de manera significativa recibe un estímulo extra sea económico o especie de parte de sus patrones o incluso en diciembre una canasta navideña. “Afortunadamente me he topado con buenas familias, en donde también he recibido un buen trato y me han respetado”, dijo en entrevista.

Trabajadoras domésticas en cifras

Nueve de cada diez personas dedicadas al trabajo del hogar son mujeres, el 95 por ciento de las empleadas domésticas no tienen acceso a servicios de salud por parte de sus jefas o jefes y cerca del 80 por ciento carece de prestaciones laborales, reveló la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2010 de la Conapred-UNAM.

A ellas, se les asignan bajas remuneraciones, no cuentan con prestaciones sociales, y tienen poca capacitación. No tienen claros ni específicamente definidos los tiempos, los espacios, el objetivo y las funciones, lo que muchas veces da pie a la discriminación, la explotación, los abusos y los maltratos.

La Red de Trabajadoras del Hogar dio a conocer que el 46.99 por ciento del total de personas que realizan el servicio doméstico en México, reciben menos de 1 salario mínimo general como compensación por su trabajo. Sólo 1,052 personas de las que trabajan en el servicio doméstico cuentan con seguridad social, esto representa apenas el 0.01 por ciento del total .

En México según el INEGI, 1.3 millones de hogares, que representa el 5.1 por ciento del total, contratan a una empleada doméstica. Asimismo, de acuerdo con datos de la ENOE del tercer trimestre de 2010, de este centro de información, únicamente 10.9 por ciento de las 16.8 millones de mujeres ocupadas en actividades económicas trabajó en empleo doméstico, lo que representa un total de un millón 822 mil 452 mujeres .

Cabe mencionar, muchas de las empleadas provienen de zonas indígenas o campesinas, o en el caso de las ciudades, de las colonias populares. Debido a la a falta de oportunidades en sus comunidades las mujeres tienden a migrar a los grandes centros urbanos en busca de un trabajo, y al no contar con estudios como bien lo expresó Olga Lidia Camacho Lira en su testimonial, la única alternativa de trabajo es prestar sus servicios en casas ajenas ya sea de planta o de entrada por salida.

La edad de las empleadas domésticas oscila entre los 15 y 60 años de edad, aunque se pueden encontrar incluso a niñas menores de 14 años. La mayor parte de ellas se ubican entre los 30 y 40 años, debido a que se enfrentan a la necesidad de sostener económicamente a sus familias, reportó el informe de Trabajadoras del Hogar en México.

La ENADIS también reveló que el 33 por ciento de las trabajadoras ubican como su problema principal el económico relacionado con su sueldo, el 19 por ciento respondió es el abuso, maltrato, humillación y discriminación y el 12 por ciento aseguró que la falta de derechos laborales es el problema principal.

Asimismo, el 37.9 por ciento de las trabajadoras no pueden usar el teléfono y 61 por ciento no cuenta con vacaciones. El 64.5 por ciento no cuenta con aguinaldo y 44.7 por ciento no tiene horario fijo.

Cabe mencionar que la gran mayoría de trabajadoras del hogar carece de un contrato escrito y los acuerdos con los empleadores son de palabra, la gran mayoría de este sector vive discriminaciones en la calle y dentro de su mismo centro de trabajo por su apariencia u origen, y muchas veces reciben calificativos despectivos que desafortunadamente son estereotipados por los medios de comunicación.

Si bien, existen tratados y declaratorias internacionales como: la Declaración Universal de los Derechos Humanos o el Pacto internacional de Derecho Económicos, Sociales y Culturales, que en materia de derechos humanos no se cumplen y se violan constantemente y que al ser discriminadas con frecuencia, principalmente en su lugar de trabajo, se está restringiendo el derecho a la igualdad de oportunidades de este sector.

Por ello, en el marco del Día Internacional del las Trabajadoras del Hogar movimientos sociales y organizaciones de este sector alzaron sus voces el pasado 30 de marzo, con la finalidad de reivindicar sus derechos. A pesar de que muchas mujeres, como Olga Lidia en Chiapas desconozcan la existencia de este día, existen agrupaciones y movimientos que abogan por los derechos no sólo de las mujeres sino de los hombres que se dedican a este trabajo, por lo que se realizan esfuerzos y acciones para que se efectúe una reforma a los capítulos de la Ley Federal del Trabajo con la finalidad de garantizar plenamente los derechos laborales a los que deben tener acceso.