· Son madres, esposas y trabajan doble jornada en actividades del hogar, con la diferencia que en casa no perciben un salario.
Por: Leticia Jiménez Muñoz
Limpiar, lavar, hacer las compras, planchar, cocinar, cuidado de las y los hijos, entre muchas tareas más son parte de las actividades que realiza una empleada del servicio doméstico todos los días de la semana; además son madres y esposas.
Olga Lidia Camacho Lira, mujer de tés morena, delgada, va y viene todos los días del municipio de Ocozocoautla a la capital Chiapaneca para asistir a su trabajo. Desde hace un año, ella tuvo la necesidad de salir de casa en busca de trabajo en la capital para sostener su hogar, debido a que su esposo por una enfermedad tuvo que dejar el suyo. Actualmente ella es la jefa del hogar y el único ingreso de la familia es el sueldo que obtiene de los servicios domésticos que efectúa en dos casas en Tuxtla Gutiérrez.
A sus treinta años es madre de dos niñas, una de 4 y otra de 9 años de edad, quienes se quedan bajo el cuidado del padre o de una de sus cuñadas mientras ella asiste a sus labores en los horarios de 12:00 a 20:00 hrs.
Su empleo, dijo, es de entrada por salida, y gana 150 pesos por día haciendo la limpieza general de la casa. Sin embargo, su sueldo no suele ser suficiente para los gastos de la casa, no cuentan con seguro médico. Además como madre y esposa atienden su hogar antes de ir a su empleo, por lo que tiene una doble jornada, sólo que en su casa no percibe un sueldo.
“La necesidad me llevó a venir hasta Tuxtla Gutiérrez y así conseguir los dos trabajos que tengo, la única oportunidad de conseguir un empleo fue como trabajadora doméstica ya que no tengo estudios terminados… sólo cursé hasta la primaria y aunque hubiera querido seguir mis padres no pudieron apoyarme para seguir estudiando”.
Olga, una joven mujer que además de sacar adelante a su familia, sus dos hijas y esposo, también se ha hecho cargo de su sobrino que cría como hijo, ya que su hermano recién falleció y asumió el cuidado de este bebé de tan sólo nueve meses de edad.
Día a día se las ingenia para que su sueldo alcance a cubrir sus gastos, pues le resulta insuficiente con la creciente alza de precios tanto de pasajes y canasta básica del hogar, por lo que tiene que ajustar su presupuesto y “estirarlo” cada quincena. Su esposo, ya comienza a realizar algunas actividades pero debido a su condición de salud, que aún no le permite estar al 100 por ciento integrado en un trabajo de planta, es en Olga en quien recae todo el peso de los gastos de su familia.
A pesar de no contar con prestaciones de ley en su trabajo, comenta que ha recibido estímulos de parte de sus jefas, de vez en cuando de manera significativa recibe un estímulo extra sea económico o especie de parte de sus patrones o incluso en diciembre una canasta navideña. “Afortunadamente me he topado con buenas familias, en donde también he recibido un buen trato y me han respetado”, dijo en entrevista.
Trabajadoras domésticas en cifras
Nueve de cada diez personas dedicadas al trabajo del hogar son mujeres, el 95 por ciento de las empleadas domésticas no tienen acceso a servicios de salud por parte de sus jefas o jefes y cerca del 80 por ciento carece de prestaciones laborales, reveló la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2010 de la Conapred-UNAM.
A ellas, se les asignan bajas remuneraciones, no cuentan con prestaciones sociales, y tienen poca capacitación. No tienen claros ni específicamente definidos los tiempos, los espacios, el objetivo y las funciones, lo que muchas veces da pie a la discriminación, la explotación, los abusos y los maltratos.
La Red de Trabajadoras del Hogar dio a conocer que el 46.99 por ciento del total de personas que realizan el servicio doméstico en México, reciben menos de 1 salario mínimo general como compensación por su trabajo. Sólo 1,052 personas de las que trabajan en el servicio doméstico cuentan con seguridad social, esto representa apenas el 0.01 por ciento del total .
En México según el INEGI, 1.3 millones de hogares, que representa el 5.1 por ciento del total, contratan a una empleada doméstica. Asimismo, de acuerdo con datos de la ENOE del tercer trimestre de 2010, de este centro de información, únicamente 10.9 por ciento de las 16.8 millones de mujeres ocupadas en actividades económicas trabajó en empleo doméstico, lo que representa un total de un millón 822 mil 452 mujeres .
Cabe mencionar, muchas de las empleadas provienen de zonas indígenas o campesinas, o en el caso de las ciudades, de las colonias populares. Debido a la a falta de oportunidades en sus comunidades las mujeres tienden a migrar a los grandes centros urbanos en busca de un trabajo, y al no contar con estudios como bien lo expresó Olga Lidia Camacho Lira en su testimonial, la única alternativa de trabajo es prestar sus servicios en casas ajenas ya sea de planta o de entrada por salida.
La edad de las empleadas domésticas oscila entre los 15 y 60 años de edad, aunque se pueden encontrar incluso a niñas menores de 14 años. La mayor parte de ellas se ubican entre los 30 y 40 años, debido a que se enfrentan a la necesidad de sostener económicamente a sus familias, reportó el informe de Trabajadoras del Hogar en México.
La ENADIS también reveló que el 33 por ciento de las trabajadoras ubican como su problema principal el económico relacionado con su sueldo, el 19 por ciento respondió es el abuso, maltrato, humillación y discriminación y el 12 por ciento aseguró que la falta de derechos laborales es el problema principal.
Asimismo, el 37.9 por ciento de las trabajadoras no pueden usar el teléfono y 61 por ciento no cuenta con vacaciones. El 64.5 por ciento no cuenta con aguinaldo y 44.7 por ciento no tiene horario fijo.
Cabe mencionar que la gran mayoría de trabajadoras del hogar carece de un contrato escrito y los acuerdos con los empleadores son de palabra, la gran mayoría de este sector vive discriminaciones en la calle y dentro de su mismo centro de trabajo por su apariencia u origen, y muchas veces reciben calificativos despectivos que desafortunadamente son estereotipados por los medios de comunicación.
Si bien, existen tratados y declaratorias internacionales como: la Declaración Universal de los Derechos Humanos o el Pacto internacional de Derecho Económicos, Sociales y Culturales, que en materia de derechos humanos no se cumplen y se violan constantemente y que al ser discriminadas con frecuencia, principalmente en su lugar de trabajo, se está restringiendo el derecho a la igualdad de oportunidades de este sector.
Por ello, en el marco del Día Internacional del las Trabajadoras del Hogar movimientos sociales y organizaciones de este sector alzaron sus voces el pasado 30 de marzo, con la finalidad de reivindicar sus derechos. A pesar de que muchas mujeres, como Olga Lidia en Chiapas desconozcan la existencia de este día, existen agrupaciones y movimientos que abogan por los derechos no sólo de las mujeres sino de los hombres que se dedican a este trabajo, por lo que se realizan esfuerzos y acciones para que se efectúe una reforma a los capítulos de la Ley Federal del Trabajo con la finalidad de garantizar plenamente los derechos laborales a los que deben tener acceso.