Persiste rezago educativo en mujeres indígenas


“Li antsunkutique yacaluncutik spaselvaltel yipal suenta jmojuncutikuk tey jugne mugyukme chi sutkutik” (Tsotsil)

 “Las mujeres estamos luchando por nuestra igualdad y no daremos un paso atrás”
 
Susana Patricia López Díaz, originaria de Larrainzar, Chiapas




Por: Leticia Jiménez Muñoz

Susana Patricia López Díaz, nació en el municipio de Larrainzar, Chiapas. A sus 18 años esta joven de origen tseltal, manifiesta su preocupación por la constante violación de los derechos de las mujeres, principalmente de las indígenas en su comunidad, a quienes por los usos y costumbres desde jóvenes se les limita su participación dentro de la sociedad y en consecuencia violentan abiertamente sus derechos humanos.

Ella cursa el sexto semestre de bachillerato, próxima a egresar, y aspira con seguir sus estudios de nivel superior junto con dos más de sus compañeras; sin embargo, ocho mujeres más no tendrán esa oportunidad, “por desgracia ellas no continuarán estudiando en parte por falta de recursos económicos, pero principalmente es la creencia de que la mujer no tiene caso que siga estudiando, ya que en el propio ambiente donde vive, la familia, es donde la desaniman. La creencia es que ellas deberán casarse y atender a su familia, de ahí que no consideran importante que la mujer se prepare profesionalmente”, dijo.

Patricia, considera necesario que se difundan la igualdad de oportunidades para las mujeres y así obtener mayor oportunidad de desarrollo en todos los planos de la vida.

Aún no decide si estudiar medicina u odontología; si de algo está convencida es de querer seguir estudiando y preparándose, aún cuando no cuenten con los recursos económicos ya está analizando qué opciones puede tomar; sin embargo, la que tiene en mente es la de trabajar y estudiar al mismo tiempo. Pero se aferra a seguir luchando por conseguir su sueño: ser una mujer profesionista y regresar a su municipio para trabajar en pro de su comunidad.

Proveniente de una familia numerosa, donde son 11 integrantes en total, cinco mujeres y seis varones, a pesar de las costumbres de la región se han logrado romper ciertos paradigmas en su familia y a la mujer se le ha impulsado para salir adelante junto con los varones. Admira a su hermana mayor, quien ya concluyó su carrera profesional, y al igual que ella, Patricia afirma que podrá seguir adelante. Se siente afortunada de que en su hogar haya un cambio en la visión que se tiene hacia las mujeres, pues “nos motivan a ir a la escuela y prepararnos”, no así ocurre en la mayoría de las familias de la comunidad y le duele ver como truncan los sueños de muchas mujeres de su pueblo.

“Li antsunkutique yacaluncutik spaselvaltel yipal suenta jmojuncutikuk tey jugne mugyukme chi sutkutik” que traducido al español dice: “Las mujeres estamos luchando por nuestra igualdad y no daremos un paso atrás”, así expresó sus sentires al manifestar que son pocas las mujeres que logran incorporarse a la escuela, pero al menos ella tiene la firme convicción de querer lograr un cambio, de buscar conseguir que sus derechos como mujer y como indígena sean respetados, y que algún día las demás sepan que existen eso derechos: a la educación, a la salud, al trabajo entre otros, pues la mayoría al no contar con instrucción educativa, las desconocen.

Más hombres en las aulas que mujeres

De acuerdo con Conapo, la población indígena en México alcanza los 14.2 millones de personas. En materia educativa, según la ENADID 2009, aún cuando se ha logrado que dos tercios de la población indígena alcance niveles de escolaridad equivalentes o superiores a la secundaria, el 4.3 por ciento de la población joven indígena no cuenta con ningún nivel de escolaridad, el 11.7 por ciento tiene primaria incompleta, 21.3 por ciento primaria completa y 62.6 por ciento tienen por lo menos nivel de secundaria.

Entre la población indígena, persiste el rezago en la participación de las mujeres en la vida educativa, una quinta parte de la población indígena entre 15 y 24 años estudia, de los cuales el 22.9 por ciento son hombres y el 21.5 por ciento mujeres, de acuerdo con el diagnóstico del Consejo Nacional de Población (Conapo) presentado en el informe La situación actual de los jóvenes en México 2010.

Asimismo, en lo que respecta al ámbito laboral, principalmente en las mujeres jóvenes indígenas, el 50 por ciento de ellas se ocupan mayormente en labores domésticas y sólo el 23.4 por ciento se encuentra en el mercado laboral. Cabe mencionar que Chiapas tiene una proporción de jóvenes por arriba del promedio nacional con 21.2 por ciento, siendo la media nacional de 18.7 por ciento.

Chiapas al 2009, el 28 por ciento de su población, es decir, la cuarta parte es joven de 15 a 29 años (INEGI). Conforme al primer trimestre de la ENOE 2010, de cada 100 hombres y mujeres de 15 a 29 años, 28.2 por ciento asisten a la escuela; de éstos, el 29.8 por ciento son hombres y 26.7 por ciento mujeres. En cuanto al nivel de escolaridad de la población joven en la entidad; indica que casi una tercera parte tienen estudios de nivel medio superior y superior, así como más de una quinta parte cuenta con secundaria completa. Sin embargo el rezago educativo es de 46.7 por ciento, es decir, son jóvenes sin escolaridad, con primaria incompleta, primaria completa y secundaria incompleta. El rezago educativo en los varones es de 44 y en las mujeres de 49.3 por ciento.

Ahora bien, la entidad posee una gran variedad lingüística, las lenguas con mayores volúmenes de hablantes son: Tseltal (363 mil), Tsotzil (321 mil), Chol (162 mil), Zoque (44 mil), y Tojolabal (43 mil); estas lenguas agrupan 97.4 por ciento del total de hablantes, según INEGI.

De acuerdo al Censo 2010, en el estado, el 27 por ciento de las mujeres de 3 años y más, hablan alguna lengua indígena. Esta es una población con una estructura demográfica joven donde el 43 por ciento, es decir una tercera parte tienen de 3 a 14 años, y poco menos de una tercera parte (31.5 por ciento) tienen de 15 a 29 años, el grupo de 30 a 59 años representa el 28.0 por ciento mientras que el de 60 años y más agrupa al 6.5 por ciento. Por tamaño de localidad, el 78.3 por ciento de las mujeres hablantes de lengua indígena reside en localidades menores de 2 500 habitantes, y solo el 4.7 por ciento habita en localidades de 100 000 y más habitantes.

Cabe mencionar, que en la mitad de los estados de la República, las mujeres reportan un nivel de asistencia más alto que los hombres, entre ellos se encuentran San Luis Potosí, Querétaro, Estado de México, chihuahua, Morelos, Aguascalientes. Por el contrario, en Hidalgo, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Colima, Quintana Roo, Tlaxcala, los hombres siguen teniendo mayor presencia en las escuelas, según el informe La situación actual de los jóvenes en México.

Lograr la igualdad de oportunidades no ha sido tarea fácil, se han dado pasos, pero aún queda mucho camino por recorrer como bien lo comenta en la entrevista esta joven de origen Tseltal, quien tiene el deseo de que en su comunidad a las mujeres se les respete sus derechos y que al igual que los hombres, las mujeres logren mejores oportunidades en la vida, sobre todo tengan acceso a la educación.

Patricia desea que las mujeres de su comunidad no sólo se dediquen a las tareas del hogar, como suelen inculcarles, ya que desde niñas se les enseña a cuidar sus hermanitos, cocinar, y hacer tareas que tienen que ver con el hogar, desde muy jóvenes en la mayoría de los casos, ellas tienen que casarse y atender a su marido.

Si bien las inequidades de desarrollo humano se visualizan en diversas regiones del país, pero las poblaciones indígenas se encuentran aún más desfavorecidas. Dentro de este grupo, las mujeres sufren de una doble discriminación: la que les da su condición indígena y la que reciben por el hecho de ser mujeres. Al no tener oportunidad de una segunda lengua y sin acceso a la educación, las mujeres quedan al margen de mejores oportunidades de empleo, ignoran sus derechos y en consecuencia no pueden ejercerlos. Lo que se traduce a mayor pobreza y sufren más desventajas frente a los hombres de sus comunidades.

Publicado en la Revista Ni màs, Ni menos...Mujeres. Abril 2011 No. 32

México, sin ratificar Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo

  • En el país 3 millones de niñas y niños trabajan, el 40% no asiste a la escuela
  • Organismos internacionales hacen un llamado contra el trabajo infantil 
Por: Leticia Jiménez Muñoz

México es el único país de América Latina que falta por ratificar el Convenio 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo, razón por la que la OIT Y UNICEF, hicieran un llamado urgente contra el trabajo infantil en este país.

La situación es alarmante, cuando datos revelan que existen 3, 015,067 niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años que trabajan, es decir, 10.7% de la población total en este rango de edad. De los que trabajan: 900,000 tienen entre 5 y 13 años, es decir están por debajo de la edad mínima legal para trabajar, según los datos de 2009 del Módulo de Trabajo Infantil (MTI) de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Los resultados que arroja el MTI muestran que el trabajo infantil tiene consecuencias graves en la educación y en el aprovechamiento escolar de los niños. Ya que de los 3 millones de niños, niñas y adolescentes que trabajan en México, 40% no asiste a la escuela.

En ese sentido, la representante de UNICEF en México, Susana Sottoli, señaló que “el trabajo infantil perpetúa las desigualdades sociales y económicas y compromete no sólo el futuro de los niños que trabajan y de sus familias, sino el mismo desarrollo equitativo y sostenible de su comunidad y del país, al minar las futuras competencias de su fuerza laboral”.


En tanto Thomas Wissing, Director Adjunto de la Oficina de Países de la OIT para México y Cuba, manifestó que “los niños no son simplemente adultos pequeños, son física y mentalmente distintos, e independientemente de las pautas culturales o la configuración social, la transición hacia la madurez biológica se extiende más allá de la pubertad, hasta los últimos años de la adolescencia. En esto se basa el argumento en contra del trabajo infantil peligroso; es sobre esa base que se clasifica como una peor forma de trabajo infantil que requiere una acción inmediata y general”.


En dicho informe se menciona que el trabajo peligroso está incrementándose entre el grupo de niños y niñas de 15 a 17 años de edad. En cuatro años (de 2004 a 2008), este grupo ha experimentado un aumento de 20 por ciento: pasando de 52 a 62 millones. Cabe mencionar que el número de niños en trabajos peligrosos es dos veces mayor que el de las niñas, en este mismo rango de edad.

De igual forma la tasa de lesiones y fallecimientos en el trabajo de los niños es superior a la de los adultos, según lo revelan los datos procedentes de países industrializados. También existen progresos, ya que en lo que respecta a los niños y las niñas de 5 a 14 años, en el período de 2004‐2008, la tasa descendió en un 31 por ciento; y en cuanto a las niñas, en un 24 por ciento.

Asimismo, en el mundo, en cuatro años, 10 millones más de adolescentes trabajan en actividades o condiciones peligrosas.

Finalmente se hizo énfasis en que pesar de que varios países latinoamericanos han adoptado medidas urgentes con la ratificación de Convenios fundamentales de la OIT, en el caso de México es el único país de América Latina que falta por ratificar el Convenio 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo.

Lo anterior, fue expuesto durante la presentación del informe “Niños en Trabajos Peligrosos de la OIT”, dado a conocer  en días pasados, en el que se señala las razones de peso para atender con urgencia el trabajo infantil.

Cinco de cada diez pruebas de embarazos, son positivos: Marie Stopes

Por: Leticia Jiménez Muñoz

En Tuxtla Gutiérrez, cinco de cada diez pruebas de embarazos realizados a mujeres jóvenes entre 16 y 20 años de edad, resultan positivos, así lo dio a conocer Adhir Mora Navarro, coordinadora de difusión de la clínica Marie Stopes A.C.

Foto: Hugo Sánchez
En entrevista, Mora Navarro señaló que es alarmante el hecho de que las jóvenes están sosteniendo relaciones con sus novios sin protección, ya que muchas de ellas se resisten al uso del preservativo por influencia de la pareja.

Ellas, cuentan que su novio les dice que “no se siente lo mismo” por lo que permiten una relación sexual sin protección, exponiéndose no sólo a un embarazo sino a contraer una infección de transmisión sexual (ITS), dijo.

Asimismo, el hecho de que no se ve como “normal” que una mujer lleve un preservativo en su bolsa, sobre todo por temor de que en casa se den cuenta de que la joven ya está teniendo relaciones sexuales, hace que las chicas no se cuiden y protejan.

Mora Navarro, explicó que en las consultas facilitadas en este centro, las jóvenes también han manifestado su temor para usar métodos anticonceptivos por diversos mitos, entre ellos: miedo a engordar, a quedar estériles o bien porque creen que les saldrán manchas, razones que han bastado para que muchas de ellas se resistan al uso de éstos.

Hizo hincapié en que hace falta trabajar más en la promoción y orientación acerca de la planificación familiar, sobre todo con la juventud. Es fundamental informar bien y romper con los mitos y tabúes con respecto al uso de los diferentes métodos para prevenir embarazos, sobre todo en adolescentes.

Foto: Hugo Sánchez
Finalmente, dio a conocer las promociones con que cuentan en la clínica en materia de planificación familiar, ya que Marie Stopes ofrece anticonceptivos inyectables por tres meses gratis, y Pastillas de ciclo gratis. Asimismo, el implante hormonal tiene un costo de $900 por debajo de lo que es su valor en el mercado; y en cuanto a las pruebas de Papanicolaou tienen un costo de $200. Para mayores informes y citas en Tuxtla Gutiérrez: 61 45777 - 01 800 300 9000 o bien acudir a 1ª.Norte poniente #102, entre 9ª. y 10ª poniente.


Infancia Indígena: Agenda pendiente de políticas públicas

Indìgenas, vendedores ambulantes en San Cristòbal de las Casas, Chiapas.
San Cristóbal de las Casas.- La situación de la infancia indígena está caracterizada por la subordinación, desigualdad y racismo, las cuales han generado estructuras de pobreza, exclusión social y discriminación.

Para darnos una idea de la magnitud de las condiciones de exclusión en que vive la infancia indígena basta recordar los reportes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional sobre el avance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio los cuales señalan que en México 8 de cada 10 indígenas son pobres. Por otro lado, los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 mencionan que en Chiapas 3 de cada 10 indígenas consideran que la discriminación es su principal problema; 1 de cada 4 dijo no tener las mismas oportunidades de acceso a servicios de salud o educación; y casi 4 de cada 10 consideraron no tener las mismas oportunidades que las y los demás para conseguir trabajo.

Chiapas ocupa los últimos lugares en cuanto al cumplimiento de los derechos de niñas y niños a nivel nacional (La Infancia Cuenta en México 2009 y 2010, Redim):

-89% de la población de 0 a 14 años está en riesgo nutricional.

-29% de niños de 1ero de primaria tienen talla baja.

-La tasa de mortalidad infantil es de 20%.

-La población de 0 a 17 años sin derechohabiencia es el 85 %.

-68% de la población de 0 a 17 años no cuentan con agua dentro de su vivienda.

-7% de mujeres de 15 a 17 años son madres.

-Y según la Secretaría del Trabajo, existen 200 mil 198 trabajadores de entre 14 y 16 años.

Infancia indígena trabajadora, del acoso a la prohibición

En San Cristóbal de las Casas derechos tales como la salud, educación, trabajo, no discriminación, y protección contra todas las formas de maltrato son sólo algunos de los derechos de la infancia y juventud indígena que aún no se garantizan.

Hace algunos días Melel Xojobal A.C. expresó su preocupación en relación al programa municipal llamado “Observador Ciudadano”, cuyo propósito es regular el ambulantaje e invita a la ciudadanía a reportar vía telefónica a los

vendedores ambulantes que se instalen en la vía pública con el fin de retirarlos y reubicarlos en zonas donde “no afecten la vialidad ni el manejo de la ciudad”.

Melel Xojobal considera que este tipo de programas lejos de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las más de 2,500 niñas y niños indígenas, trabajadores y acompañantes del municipio contribuyen a la criminalización de la pobreza incrementando el hostigamiento y las agresiones a la población que trabaja en las calles de la ciudad.

A 21 años de la entrada en vigor de la Convención sobre los Derechos del Niño en México, es lamentable que el gobierno municipal de San Cristóbal de Las Casas priorice políticas orientadas al cuidado de la imagen turística de la ciudad, dejando del lado a las ciudadanas y ciudadanos que en ella habitan particularmente a las niñas, niños y jóvenes indígenas que representan un amplio sector de la población. En el marco del Día Internacional del Trabajo, Melel Xojobal A.C. exhorta al gobierno municipal a reconocer a las niñas, niños y jóvenes indígenas trabajadores como sujetos de derechos capaces de contribuir al mejoramiento de sus propias condiciones de vida; así como al diseño de políticas públicas municipales que promuevan condiciones laborales justas y dignas para la infancia y juventud indígena, y que garanticen el cumplimiento integral de sus derechos.
Comunicado Melel Xojobal A.C.

Trabajan más de 200 mil niñas y niños chiapanec@s

• Cinco de cada diez infantes no asisten a la escuela




Por: Leticia Jiménez Muñoz

En Chiapas, cerca de 200 mil niñas y niños de 5 a 17 años de edad realizan alguna actividad económica. La necesidad económica es lo que obliga a los infantes a trabajar, según los resultados del Módulo de Trabajo Infantil 2009 de la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE).

Dicho estudio reveló que por sexo son los varones los que más se incorporan a una actividad laboral, es decir el 21.2 por ciento de este sector y en niñas es el 7.5 por ciento; en donde más de la mitad declararon que su aportación económica es necesario, incluso para algunos les sirve para pagar su escuela.

Por otro lado, más de dos terceras partes de la población infantil chiapaneca que trabaja, es decir el 69.9 por ciento, no recibe ingreso o su pago se da en especie. De los que perciben ingresos, 62.3 por ciento recibe hasta un salario mínimo, 34.2 por ciento recibe más de uno y hasta dos salarios mínimos y sólo 3.5 por ciento recibe más de dos.

El 72 por ciento de los niños se ocupan en labores agropecuarias; mientras que el 37.7 por ciento, es decir, más de la tercera parte de mujeres son comerciantes o empleadas en comercios establecidos. Asimismo, una quinta parte de las niñas, que representa el 20.8 por ciento, son trabajadoras en servicio doméstico.

En la entidad cinco de cada diez niños que trabajan (49 por ciento) no asisten a la escuela; 22.4% por ciento están expuestos a riesgos en su trabajo, 39.1 por ciento tienen jornadas de más de 34 horas a la semana; 1.3 por ciento trabajan en lugares no apropiados o no permitidos y 6.1 por ciento tuvo un accidente, lesión o enfermedad que requirió atención médica.


De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) se estima que en Chiapas 82.9% de las personas menores de 18 años se encuentran en pobreza multidimensional, lo que ubica a la entidad en el primer lugar nacional, por encima de Guerrero y Puebla.

Cabe mencionar que según el Censo de Población y Vivienda 2010 en la entidad el número de menores de 15 años ha aumentado 1.6 millones de niños y niñas.

Mujeres sin derecho a decidir, revela encuesta Enadis 2010

Por: Leticia Jiménez Muñoz


Foto: Leticia Jiménez Muñoz.
El 39.8 por ciento de las mujeres afirma que pide permiso a sus esposos para salir sola, y otros 8.6% pide permiso a su pareja para tomar anticonceptivos, lo cual revela limitaciones de la mujer para tomar decisiones sobre el propio cuerpo. Asimismo, el 27 % de la población está de acuerdo con que a una mujer se le castigue por haber abortado, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2010.

La mujer, es objeto de todo tipo de discriminaciones en pleno siglo XXI, aún cuando existe una Ley que debería garantizar el goce de las mujeres a una Vida Libre de Violencia en México, en contraparte en miles de hogares del país se quebrantan dichos derechos.

En México, en Chiapas…como en muchos otros lados, las mujeres son objeto de discriminaciones los 365 días del año. Las consecuencias de las discriminaciones, de las que son objetas las mujeres mexicanas, son múltiples en los diferentes ámbitos en que se desenvuelve: hogar, educación, trabajo, percepción salarial.

La discriminación es una realidad difundida y perpetuada por la supervivencia de los estereotipos, prácticas y creencias culturales tradicionales. Diariamente somos testigos mudos de esta problemática que desafortunadamente embarga mundialmente al sexo femenino, en nuestro estado chiapaneco los abusos en contra de la mujer van en aumento y vivir con una serie de discriminaciones, le ocasiona a las mujeres el enfrentarse a la constante negatividad de sus derechos.

En México la población femenina conforma más de la mitad de la población, en Chiapas de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, hay 2 443 773 mujeres y 2 352 807 hombres, esto es, más de la mitad de la población son mujeres.

Lograr la igualdad y el respeto hacia la mujer, es una tarea que se complica ante múltiples brechas que se abren en la sociedad, y más aún cuando no hay la voluntad política de los gobiernos para que pasemos de los dichos a los hechos concretos.

El feminismo da miedo a diversos sectores, y que incluso cuando una manifiesta su opinión o desaprueba conductas misóginas provenientes de compañeros de trabajo, no somos bien vistas, pero es tiempo ya de imponerse a las costumbres que marginan y discriminan a la mujer por hecho de ser mujer o por su condición social o étnica.

Es evidente que los esfuerzos han quedado en buenas intenciones, pues a la fecha, en la práctica aún no se garantiza una vida libre de violencia a la población femenina, como bien lo puntualizó hace unos meses, la investigadora Marcela Lagarde y de los Rìos, una de las principales impulsoras de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el país.

Recordemos, pues como bien lo manifiesta la reciente publicación de la CONAPRED, el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia incluye el derecho a ser libre de toda forma de discriminación. Sirva pues estos datos reveladores para voltear a mirar más hacia la realidad y emprender verdaderas acciones que incidan y se concreten en hechos. Ya basta de celebraciones y festejos, veo con desmesura como se preparan para alagar a las “mujercitas” como ellos lo denominan y tenerlas contentas, no se trata pues de mantenerlas contentas y llevarlas al baile, ya basta, lo que hace falta es que el tema ya no se politice, y que pasemos del discurso de campañas a la acción, ya que en tiempos de campañas el tema de la mujer ha tomado auge, lo cual por lógica y estrategia se trata de ganar votos, si tomamos en cuenta que somos poco más de la mitad de la población, pero seguimos siendo el tema pendiente en la agenda de los gobiernos, así es que es tiempo ya de que por fin se cumplan los pendientes para con las mujeres. ¿Hasta cuándo?

Empleo doméstico, un trabajo digno de reconocerse


· Son madres, esposas y trabajan doble jornada en actividades del hogar, con la diferencia que en casa no perciben un salario.


Por: Leticia Jiménez Muñoz

Limpiar, lavar, hacer las compras, planchar, cocinar, cuidado de las y los hijos, entre muchas tareas más son parte de las actividades que realiza una empleada del servicio doméstico todos los días de la semana; además son madres y esposas.

Olga Lidia Camacho Lira, mujer de tés morena, delgada, va y viene todos los días del municipio de Ocozocoautla a la capital Chiapaneca para asistir a su trabajo. Desde hace un año, ella tuvo la necesidad de salir de casa en busca de trabajo en la capital para sostener su hogar, debido a que su esposo por una enfermedad tuvo que dejar el suyo. Actualmente ella es la jefa del hogar y el único ingreso de la familia es el sueldo que obtiene de los servicios domésticos que efectúa en dos casas en Tuxtla Gutiérrez.

A sus treinta años es madre de dos niñas, una de 4 y otra de 9 años de edad, quienes se quedan bajo el cuidado del padre o de una de sus cuñadas mientras ella asiste a sus labores en los horarios de 12:00 a 20:00 hrs.

Su empleo, dijo, es de entrada por salida, y gana 150 pesos por día haciendo la limpieza general de la casa. Sin embargo, su sueldo no suele ser suficiente para los gastos de la casa, no cuentan con seguro médico. Además como madre y esposa atienden su hogar antes de ir a su empleo, por lo que tiene una doble jornada, sólo que en su casa no percibe un sueldo.

“La necesidad me llevó a venir hasta Tuxtla Gutiérrez y así conseguir los dos trabajos que tengo, la única oportunidad de conseguir un empleo fue como trabajadora doméstica ya que no tengo estudios terminados… sólo cursé hasta la primaria y aunque hubiera querido seguir mis padres no pudieron apoyarme para seguir estudiando”.

Olga, una joven mujer que además de sacar adelante a su familia, sus dos hijas y esposo, también se ha hecho cargo de su sobrino que cría como hijo, ya que su hermano recién falleció y asumió el cuidado de este bebé de tan sólo nueve meses de edad.

Día a día se las ingenia para que su sueldo alcance a cubrir sus gastos, pues le resulta insuficiente con la creciente alza de precios tanto de pasajes y canasta básica del hogar, por lo que tiene que ajustar su presupuesto y “estirarlo” cada quincena. Su esposo, ya comienza a realizar algunas actividades pero debido a su condición de salud, que aún no le permite estar al 100 por ciento integrado en un trabajo de planta, es en Olga en quien recae todo el peso de los gastos de su familia.

A pesar de no contar con prestaciones de ley en su trabajo, comenta que ha recibido estímulos de parte de sus jefas, de vez en cuando de manera significativa recibe un estímulo extra sea económico o especie de parte de sus patrones o incluso en diciembre una canasta navideña. “Afortunadamente me he topado con buenas familias, en donde también he recibido un buen trato y me han respetado”, dijo en entrevista.

Trabajadoras domésticas en cifras

Nueve de cada diez personas dedicadas al trabajo del hogar son mujeres, el 95 por ciento de las empleadas domésticas no tienen acceso a servicios de salud por parte de sus jefas o jefes y cerca del 80 por ciento carece de prestaciones laborales, reveló la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2010 de la Conapred-UNAM.

A ellas, se les asignan bajas remuneraciones, no cuentan con prestaciones sociales, y tienen poca capacitación. No tienen claros ni específicamente definidos los tiempos, los espacios, el objetivo y las funciones, lo que muchas veces da pie a la discriminación, la explotación, los abusos y los maltratos.

La Red de Trabajadoras del Hogar dio a conocer que el 46.99 por ciento del total de personas que realizan el servicio doméstico en México, reciben menos de 1 salario mínimo general como compensación por su trabajo. Sólo 1,052 personas de las que trabajan en el servicio doméstico cuentan con seguridad social, esto representa apenas el 0.01 por ciento del total .

En México según el INEGI, 1.3 millones de hogares, que representa el 5.1 por ciento del total, contratan a una empleada doméstica. Asimismo, de acuerdo con datos de la ENOE del tercer trimestre de 2010, de este centro de información, únicamente 10.9 por ciento de las 16.8 millones de mujeres ocupadas en actividades económicas trabajó en empleo doméstico, lo que representa un total de un millón 822 mil 452 mujeres .

Cabe mencionar, muchas de las empleadas provienen de zonas indígenas o campesinas, o en el caso de las ciudades, de las colonias populares. Debido a la a falta de oportunidades en sus comunidades las mujeres tienden a migrar a los grandes centros urbanos en busca de un trabajo, y al no contar con estudios como bien lo expresó Olga Lidia Camacho Lira en su testimonial, la única alternativa de trabajo es prestar sus servicios en casas ajenas ya sea de planta o de entrada por salida.

La edad de las empleadas domésticas oscila entre los 15 y 60 años de edad, aunque se pueden encontrar incluso a niñas menores de 14 años. La mayor parte de ellas se ubican entre los 30 y 40 años, debido a que se enfrentan a la necesidad de sostener económicamente a sus familias, reportó el informe de Trabajadoras del Hogar en México.

La ENADIS también reveló que el 33 por ciento de las trabajadoras ubican como su problema principal el económico relacionado con su sueldo, el 19 por ciento respondió es el abuso, maltrato, humillación y discriminación y el 12 por ciento aseguró que la falta de derechos laborales es el problema principal.

Asimismo, el 37.9 por ciento de las trabajadoras no pueden usar el teléfono y 61 por ciento no cuenta con vacaciones. El 64.5 por ciento no cuenta con aguinaldo y 44.7 por ciento no tiene horario fijo.

Cabe mencionar que la gran mayoría de trabajadoras del hogar carece de un contrato escrito y los acuerdos con los empleadores son de palabra, la gran mayoría de este sector vive discriminaciones en la calle y dentro de su mismo centro de trabajo por su apariencia u origen, y muchas veces reciben calificativos despectivos que desafortunadamente son estereotipados por los medios de comunicación.

Si bien, existen tratados y declaratorias internacionales como: la Declaración Universal de los Derechos Humanos o el Pacto internacional de Derecho Económicos, Sociales y Culturales, que en materia de derechos humanos no se cumplen y se violan constantemente y que al ser discriminadas con frecuencia, principalmente en su lugar de trabajo, se está restringiendo el derecho a la igualdad de oportunidades de este sector.

Por ello, en el marco del Día Internacional del las Trabajadoras del Hogar movimientos sociales y organizaciones de este sector alzaron sus voces el pasado 30 de marzo, con la finalidad de reivindicar sus derechos. A pesar de que muchas mujeres, como Olga Lidia en Chiapas desconozcan la existencia de este día, existen agrupaciones y movimientos que abogan por los derechos no sólo de las mujeres sino de los hombres que se dedican a este trabajo, por lo que se realizan esfuerzos y acciones para que se efectúe una reforma a los capítulos de la Ley Federal del Trabajo con la finalidad de garantizar plenamente los derechos laborales a los que deben tener acceso.