Por: Leticia Jiménez Muñoz
La conducta violenta no es percibida ni por las víctimas, ni por quienes ejercen la violencia, sino que es confundida con muestras de afecto, que sirven de máscara para ocultar conductas controladoras. Así, cuando nos dicen “no te vistas de ese modo” o “no quiero que salgas sin mi” pensamos que es una muestra de amor e interés cuando en realidad se trata de un mecanismo de control por parte de nuestra pareja.
En muchas ocasiones la violencia en el noviazgo pasa desapercibida porque el maltrato se asocia a las parejas casadas y con hijos. No se reconoce, principalmente por la desvalorización de las relaciones amorosas entre adolescentes, ya que son consideradas como exageración o "cosas de la edad" afirma el sicoterapeuta Gerardo Ayala del organismo Salud y Género, A.C.
Por otra parte, en la adolescencia está presente un mecanismo psicológico que favorece relacionarse de manera agresiva, es más fácil para los chavos acercarse al otro con actitudes violentas. En las escuelas es común observar a chavas y chavos adolescentes que se pegan entre sí constantemente, como si fuera un juego, porque para ellos es más fácil tocarse golpeándose que tocarse amorosamente; lo que quieren es acariciarse porque andan ‘cachondos’, pero como no se atreven a reconocer sus deseos, porque eso les causa conflictos, entonces la forma de hacerlo es por medio del golpe.
Ahora bien, el noviazgo se convierte en un escenario donde se desarrollan los estereotipos que se adquieren en el proceso de socialización y de roles de género, las cuales fueron construidas en un contexto de inequidad social privilegiando el dominio como comportamiento usual para el varón y la sumisión a la mujer. De esta manera los y las jóvenes adolescentes aprenden a relacionarse reproduciendo las desigualdades; y equivocadamente se considera como “normal” a la violencia en sus patrones de convivencia lo que pone en riesgo a muchas mujeres jóvenes a sufrir el maltrato.
El noviazgo es un ritual en el que hombres y mujeres experimentan sus sentimientos amorosos hacia el otro sexo y es una oportunidad para aprender a reconocer intereses y deseos individuales. En este juego los jóvenes tratan de ensayar su identidad sexual y sus futuros roles.
Los hombres son, por regla general, socializados para reprimir sus emociones, siendo la rabia e incluso la violencia física, una de las formas socialmente aceptadas para que ellos expresen sus sentimientos. Debido a esto, muchos hombres no aprenden a expresarse verbalmente y de forma adecuada para resolver sus conflictos mediante el diálogo y la conversación. Sin embargo, no sólo las familias son las responsables de la violencia de algunos muchachos. Además de la familia, existen otros espacios donde los hombres jóvenes pueden ser socializados para comportarse violentamente, por ejemplo la escuela o en actividades deportivas, que incentivan a los muchachos a usar la fuerza para resolver todo, o también, cuando se enfatiza el uso de la violencia como un atributo masculino positivo.
Al ser vista como normal esa conducta agresiva de los jóvenes adolescentes y tan cotidiana en sus relaciones, se vuelve difícil reconocer y percibir que se está siendo violentada en una relación de pareja.
En la actualidad mujeres jóvenes viven violencia en sus relaciones amorosas, están siendo golpeadas, amenazadas y humilladas por sus novios; con algunas variantes el inicio de este tormento empieza con un simple reclamo “porque saliste sola” hasta se pasa al insulto; del insulto a los golpes, y de los golpes al sometimiento y de éste a la violencia sexual.
Si tu pareja tiene alguna de las siguientes actitudes, vives con violencia:
*Te controla
*Hace chistes descalificantes sobre la pareja y las mujeres en general.
*Te obliga a peinarte, maquillarte o vestirte a su gusto.
*Hace burla del aspecto físico o logros alcanzados.
*Te aleja de tu familia, amigas o compañeros(as) de trabajo.
*Te humilla o critica (en público o en privado).
*Te culpa y se irrita, sin importa lo que hagas.
*Te acaricia agresivamente o en contra de tu voluntad.
*Te golpea o te lanza objetos cuando discuten.
*Te amenaza con armas.
*Te chantajea con matarse o matar a algún miembro de tu familia.
*Te obliga a tener relaciones sexuales.
¿Qué hacer si estas siendo maltratada? Denunciar la violencia, es necesario romper el silencio platicando tu situación a quien le tengas confianza; buscar ayuda y orientación profesional en centros de salud, clínicas, hospitales públicos, ministerio público y organizaciones de la sociedad civil que puedan apoyarte.
Asimismo, en la medida en que las jóvenes puedan reconocerse a sí mismas, valorarse y busquen cambiar aquello que no les gusta, rechacen el maltrato y exijan respeto; y principalmente denuncien la violencia, de esta manera se podrá visualizar el problema además de dar un paso hacia nuevas formas de relacionarnos hombres y mujeres.
* Cartel de la campaña: "Conozco mis derechos", by Leticia Jiménez/Tere Olvera (Red de Mujeres por la Igualdad.
* Fotografía, by Joyceivett.
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